Dentro de un laberinto de orejas,
las manos, los pies y los corazones.
Quizá el momento más sublime es:
cuando las pieles se rozan,
cuando los chocolates se derriten y empalagan.
El deseo insatisfecho de nunca desear algo
satisfactoriamente deseable.
Los huecos y los dientes, pintorescos para algunos,
aborrecidos por otros.
Y los ojos... ¿descifraremos el misterio del tamaño y el color?
Detalles mínimos que solo un buen observador advierte.
El hambre, hambre de cultura, de saber y de shawarma.
Y la espera, la expectativa eterna de que las caderas se fusionen en un baile mágico y sin fin.
A girondear!!!
Se esta yendo alguien especial, se está yendo muy lejos y por mucho tiempo.
En su momento escribí esto pensando en vos y me parece la mejor manera de despedirte.
Te deseo la mejor de las suertes en este viaje.
Se te quiere querido, éxitos!!!