sábado, 13 de junio de 2009

El amor explicado en verbos

Buscaba, miraba, conversaba.
Creía, sabía, podía.
Hablé, logré, enfermé.
Rompí, sufrí, morí.
Esperando, contemplando, divagando.
Estaba, husmeaba, lloraba.
Dormía, temía, reía.
Grité, pregunté, equivoqué.
Abrí, permití, dí.
Entregando, obligando, presionando.
Planteaba, puteaba, involucraba.
Fingía, reprimía, sostenía.
Tomé, desnudé, escuché.
Asumí, corrompí, destruí.
Objetando, criticando, delirando.
Mostraba, empezaba, abrazaba.
Dolía, movía, tenía.
Amé, besé, soñé.
Comprendí, resumí, derruí.
Lastimando, enrostrando, liberando.


“Todo amorío que empieza como aventura fácil y amable y da a la vida tal agradable variedad, acaba siendo, inevitablemente, un problema sobremanera peliagudo que conduce en definitiva a una situación penosa” Anton Chejov

2 comentarios:

Unknown dijo...

Las relaciones me recuerdan al viejo chiste de aquel muchacho que va al médico y le dice: "Doctor, mi hermano está loco. Cree que es una gallina", y el médico responde: "Entonces, ¿por qué no lo interna en un manicomio?", y responde: "Lo haría, doctor. Pero necesito los huevos." Entonces eso es más o menos lo que pienso sobre las relaciones. Son totalmente irracionales, locas, y hasta absurdas, pero supongo que continuamos manteniéndolas porque, la mayoría, necesitamos los huevos.
(Woody Allen)

Saluteeee


Pd: Apaga el cerebro por un rato y relajate!

Mendocina Falsa dijo...

No tiene nada cerebral mi posteo, es una buena forma de expresar algo que es dificil.
Estaba relajadísima cuando lo escribí, pero gracias igual por el aporte