¡¡Qué bien la paso conmigo!!

Este domingo salí, tuve una cita.
Me arreglé, me puse mis botitas nuevas, mi abrigo de pana verde y mi perfume importado, ese que uso cuando tengo salidas que me importan.
Estaba contenta, porque hacia tiempo que no salía conmigo misma y lo disfruté muchísimo.
Me fui al cine a ver Hawaii, Oslo una de las películas que están dentro del ciclo de cine Noruego, me senté entre medio de dos jovatas y nos pusimos a discutir sobre Chejov, Giuseppe Tornatore y Tinelli, fue increíble. La visión de la gente mayor ante ciertos temas es sorprendente.
La película estuvo muy bien, descubrí lo armónicos que son los noruegos, son gente linda.
Cuando terminó, salgo a Corrientes escucho bocinazos, trompetas y gente con banderas, en ese momento pensé que yo vivo dentro de un tupper ware (como me encanta esta palabra) porque no tenía la menor idea de lo que estaba pasando, después cuando empecé a caminar me dí cuenta: RIVER SALIÓ CAMPEÓN y como estábamos a pasos del obelisco la gente estaba yendo ahí a festejar. Yo no quise ser menos y me fui al obelisco, por supuesto que no canté ni festejé porque soy de boca, la gente estaba completamente enajenada, saltando y cantando: te querés matar!!!, no sé porque lo dirán pero era pegadizo el cantito. Y ahí me quedé buen rato, viendo como los hinchas cantaban felices y los policías miraban con cara de fastidio.
Después mientras volvía en el 5, me dí cuenta lo buena que había estado la tarde y llegué a una simple conclusión: ¡qué bien la paso conmigo!